jueves, 28 de noviembre de 2013

La problemática de la obesidad infantil

Los pediatras y dietistas de Occidente han observado como en las últimas décadas la obesidad infantil se ha vuelto realmente una epidemia del nuevo milenio. Una mala alimentación cada vez menos saludable, el sedentarismo, los nuevos hábitos de ocio y en algunos casos, factores genéticos colaboran con este mal que perjudica a millones de niños y a su futuro como adultos.

Obesidad infantil: un problema social

Image courtesy of arthur84/ FreeDigitalPhotos.net
Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) la obesidad infantil constituye uno de los problemas de salud más importantes del siglo XXI. Millones de niños alrededor del mundo la padecen y se estima que la mayoría de ellos continuará teniendo sobrepeso en la adultez, lo que lo predispone a desarrollar enfermedades como la diabetes o cardiopatías en forma temprana y a tener mayor morbilidad que personas sanas de la misma edad.
La responsabilidad de los padres o tutores en este tema resulta fundamental, ya que son ellos los que deben proveerle al niño una dieta adecuada –o consultar a dietistas especializados- y fomentar la actividad física. La forma en la que se vive actualmente es contraria al modelo de vida sana que se debería practicar, tanto para los adultos como para los infantes a su cuidado.

El reemplazo de cadera

La cadera constituye una de las articulaciones más importantes del cuerpo dado su ubicación y el papel que cumple sosteniendo gran parte del peso y por las estructuras que se encuentran a su alrededor. Compuesta por la cabeza del fémur y un receptáculo dentro del hueso denominado coxal, el buen estado de sus componentes y su movilidad resultan vitales para la salud plena de la persona y la realización de las actividades cotidianas. En el caso de algunas enfermedades o en muchas personas de la tercera edad -sobre todo mujeres a causa de cambios hormonales- la cadera puede quebrarse o algunas de sus partes volver frágiles de tal forma que los traumatólogos deban intervenir quirúrgicamente. Cuando el daño es profundo, existe la opción de quitar el tejido orgánico y reemplazarlo por prótesis, en lo que se conoce comúnmente como reemplazo de cadera y médicamente, como artroplastía de la misma.
reemplazo cadera


¿En qué casos se reemplaza la cadera?

La principal causa por la que la cadera debe ser reemplazada corresponde a enfermedades degradativas que paulatinamente dañan la articulación. Entre ellas, se encuentran la orteosarcosis, artritis reumatoidea, la osteonecrosis o algunos tipos de cáncer. Las piezas artificiales que se utilizan varían de acuerdo al tipo de reemplazo, el cual puede ser parcial o completo. En base a esto, las prótesis son diseñadas en diferentes tamaños, formas y con materiales como el metal, polietileno, cerámica o cementos. Los traumatólogos deben evaluar el estado general del paciente además de la zona afectada y acudir a la intervención sólo en última instancia, luego de que los tratamientos con medicación, fisioterapia o ejercicios ya no sean efectivos.

¿Cómo se reduce una fractura?

En los casos más graves de fracturas no basta con colocar un yeso y realizar reposo por algunas semanas. Cuando los huesos se fragmentan o se salen de su lugar normal, es necesario que los traumatólogos  realicen un procedimiento llamado reducción para devolverlos a su posición anatómica correcta y conservar a la articulación de la mejor forma. Saber cómo devolver a un hueso a su posición original requiere de mucha práctica y conocimientos, dado que un error puede acarrear diferentes daños secundarios que agraven la situación permanentemente.

Dos métodos para reducir fracturas

Existen dos formas de reducir una fractura dependiendo de las condiciones en las que se encuentra el paciente y del abordaje con el que se encare el procedimiento. Una de ellas se denomina reducción cerrada y se realiza en forma manual a través de una tracción y manipulación de las estructuras involucradas en la articulación en forma superficial, es decir, sin una intervención quirúrgica sino palpando la posición de cada estructura a través de la piel.
La otra forma de reducir una fractura es la denominada reducción abierta, la cual sirve en los casos más complicados, donde los huesos se han roto en fragmentos o alguno de ellos ha atravesado la piel. Los traumatólogos deben realizar una cirugía y en la mayoría de las ocasiones colocar algún tipo de elemento que sirva de guía para que el hueso cicatrice en el lugar correcto, tales como placas, tornillos o implantes.

La osteopatía para combatir problemas de ciática

El dolor del ciático, conocido comúnmente como ciática, se caracteriza por su inestabilidad y lo invalidante que puede ser. Dado que este nervio es el más grande el organismo, no resulta extraño que los resultados de una alteración en su estructura sean altamente molestos y requieran de un tratamiento inmediato para tratarlos. Lo primero que debe hacerse es acudir a una consulta médica que determine el origen del dolor para, a partir de allí, establecer los pasos a seguir. Cuando no se requiere cirugía y lo recetado por los médicos no es suficiente, entran en juego especialistas como kinesiólogos, osteópatas y la medicina
alternativa.
osteopatia ciatica

¿Por qué tanto dolor?

El nervio ciático se origina en las vértebras lumbares y desde allí atraviesa la pelvis, muslo y se divide en dos ramas al llegar a la rodilla, inervando toda la pierna y pies. Ante un pinzamiento o bloqueo se produce la inflamación del mismo provocando un dolor agudo que muchas veces puede volverse insoportable dada su magnitud. La persona puede tener un malestar muy fuerte en la zona, dificultades para caminar y moverse correctamente y alteraciones secundarias debido a lo invalidante de la situación.
Cuando el caso corresponde a un problema pasajero, el uso de medicamentos específicos son de gran ayuda y pueden erradicar los síntomas rápidamente. Los osteópatas y fisioterapeutas, entre otros, resultan clave cuando las primeras opciones no dan resultado y ayudan a aliviar el dolor incluso en pocas sesiones.

El papel de los osteópatas en el embarazo

Durante el embarazo, el cuerpo de la mujer experimenta muchos cambios que varían a lo largo de la gestación. Aunque estos se deben a la necesidad del organismo de adaptarse a la nueva vida que se está desarrollando dentro de él, muchos de ellos causan molestias pasajeras en la madre. Para disminuir su intensidad, se puede acudir a muchas terapias, tanto tradicionales como alternativas. Los osteópatas, profesionales en la correcta postura de los huesos, músculos y articulaciones, pueden ser parte de la solución a través de técnicas que no solo alivian a la embarazada sino que preparan a su cuerpo para el momento del parto.

Los dolores de embarazo más comunes

A medida que avanza el embarazo y el bebé crece, el espacio uterino se agranda en forma exponencial y muchas estructuras aledañas se comprimen. Ante esto, la madre experimenta problemas relacionados con los aparatos urinario y digestivo, aumenta de peso, las articulaciones se resienten y el cansancio agobia. Se suman también algunas dificultades en la circulación, lo que produce inflamación y movimientos más lentos.
La intensidad con la que las mujeres sufren estas molestias varía de acuerdo a sus condiciones físicas y predisposición natural, afectando más a algunas que otras. Resulta importante que desde el inicio de la gestación comiencen a realizarse actividades como la gimnasia prenatal o el yoga y se acuda a sesiones con especialistas como osteópatas, masaistas o fisioterapeutas para lograr un progresivo acostmbramiento del organismo a los cambios y prepararlo para aquellos que están por venir.